EL EQUILIBRISTA DE LOS SUEÑOS

Arlequín Estelar: El Equilibrista de los Sueños

En un rincón olvidado de la ciudad, vivía El Equilibrista de los Sueños; allí, bajo un cielo estrellado y un tanto caprichoso, se alzaba un circo como ningún otro. Este no era un circo corriente con actos comunes; este era un lugar donde la magia y la fantasía tejían su tela de araña, y donde el artista principal era un arlequín que desafiaba la gravedad.

Su nombre era Arlequín Estelar, y su actuación era tan única como misteriosa. Cada noche, cuando la luna ascendía en el firmamento y las luces del circo comenzaban a titilar como luciérnagas danzantes, Arlequín se preparaba para su actuación especial: una caminata sobre la cuerda floja en medio del cielo nocturno.

Arlequín Estelar
Arlequín Estelar

Pero Arlequín no era un acróbata común; era un soñador, un buscador de inspiración en los reinos más allá de lo tangible. Antes de cada actuación, cerraba los ojos y dejaba que su mente vagara por mundos mágicos y fantásticos. Veía castillos flotantes en el cielo y bosques encantados donde las hojas susurraban secretos. Visualizaba criaturas místicas y hadas danzantes que lo rodeaban, otorgándole poderes mágicos por un breve momento.

Al abrir los ojos, Arlequín sentía la energía de esos mundos fantásticos fluir a través de él. Se ponía su traje de colores deslumbrantes, salpicado de estrellas brillantes, y subía a la cuerda floja como si estuviera caminando por un sendero de constelaciones. Cada paso que daba era una danza en el aire, una coreografía de sueños y esperanzas.

El público quedaba asombrado al verlo. Sus ojos brillaban con el reflejo de las estrellas y sus movimientos eran tan etéreos como los del viento. La música del circo, melodías celestiales que solo él podía escuchar, lo envolvía en un abrazo invisible mientras realizaba sus acrobacias en la cuerda floja.

En su mente, Arlequín era un explorador de dimensiones secretas, un ser que podía tocar las estrellas y susurrar secretos a la luna. Para él, cada actuación era un viaje hacia lo desconocido, una aventura que lo conectaba con la magia que yacía oculta en los corazones de todos.

Y así, noche tras noche, Arlequín Estelar regalaba al mundo una muestra de su magia, una invitación a soñar y a creer en lo imposible. En su caminar por la cuerda floja, encontraba la inspiración en mundos mágicos y, por un instante, hacía que todos los que lo observaban se sumergieran en la fantasía que latía en el rincón olvidado de la ciudad, bajo el cielo estrellado y caprichoso. Porque en ese circo, la magia era real, y Arlequín Estelar la personificaba con cada paso que daba.

A continuación dejo aquí alguna web de interés

https://www.museothyssen.org/coleccion/artistas/picasso-pablo/arlequin-espejo

https://museupicassobcn.cat/es/actualidad/noticia/cien-anos-del-regalo-del-arlequin

Picture of Victor Parra O.

Victor Parra O.

Dr. en Cs de la Educación, artista plástico, diseñador gráfico, ilustrador y fotógrafo