Milagro Pargas
En estos tiempos de cambios donde la situación que se está experimentando debido a la pandemia, nos ha hecho vulnerables en todas las áreas de nuestras vidas, así como también no escapa a esta realidad el sistema educativo. Donde se ha cambiado una estructura física por una plataforma virtual. Ahora más que nunca es imprescindible una escuela que educa para la vida en esta situación anormal, puesto que se evidencia la necesidad de contar con habilidades socioemocionales como la adaptabilidad, la empatía, o el manejo de estrés entre otras, como elementos cruciales para enfrentar la incertidumbre y los desafíos que se vienen con la reapertura de escuelas bajo modalidades virtuales, híbridas.
Por ello, es innegable la necesidad de emprender una profunda transformación en el sector educativo, una transformación que conduzca a producir verdaderos cambios, no solo en las estrategias organizativas sino, en los objetivos de la enseñanza, los contenidos, metodologías, estrategias, desde una perspectiva globalizadora del aprendizaje.
Esta transformación implica repensar la concepción, las metas y propósitos de la educación panameña en tiempo de pandemia, así como actualizar las estrategias y modernizar los recursos que coadyuven a la elección de la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje.
CEPAL/UNICEF, 2020 plantea que, en situaciones de emergencia, las escuelas son un lugar fundamental para el apoyo emocional, el monitoreo de riesgos, la continuidad de los aprendizajes y el apoyo social y material para los estudiantes y sus familias. Las respuestas deben responder a la diversidad de situaciones de cada familia y comunidad y a sus necesidades de apoyo. Mantener el bienestar psicológico, social y emocional es un desafío para todos los miembros de las comunidades educativas: estudiantes, familias, docentes y asistentes de la educación. Quienes trabajan en la educación, las familias y las comunidades necesitan desarrollar habilidades vitales de adaptación y resiliencia emocional. En ese marco, el aprendizaje socioemocional es una herramienta valiosa para mitigar los efectos nocivos de la crisis sociosanitaria y una condición para el aprendizaje. Ello requiere acompañamiento, apoyo y recursos especialmente orientados a esta dimensión.
Esto implica proporcionar al docente un conjunto de metodologías y herramientas que faciliten el desarrollo de su práctica en el fortalecimiento de las habilidades socioemocionales, lo que supone la participación del niño, la transferencia de los aprendizajes a situaciones nuevas.
En tal sentido, con este nuevo enfoque sobre las habilidades socioemocionales en el aula, dimensión del desarrollo donde, según la naturaleza particular de cada niño, favorece un proceso de socialización que parte de la percepción de la propia imagen que se extiende a la autovaloración como personas , al desarrollo de su identidad personal, social y nacional, respetando, a la vez; los valores de la diversidad propios de su contexto sociocultural e histórico o un instrumento de manejo de situaciones tomadas de la vida cotidiana, al exigir razonablemente la consecución de soluciones.
Por ello abordamos las habilidades socioemocionales desde una perspectiva psicológica, emocional, energética y corporal. Todo esto ligado a una concepción del aprendizaje como algo en permanente cambio, transformación para que el docente junto con sus alumnos logre aplicar diferentes estrategias de educación socioemocional, promover un clima del aula positivo e incluyente, y así promover el desarrollo socioemocional en el aula.
